V. FUSTER El defensa Juan Francisco Bardal salió el pasado domingo en camilla del Municipal de Foietes. La lesión, que en principio parecía grave, puede quedarse en un susto, aunque es muy dudoso que pueda estar para Castelldefels. Transcurrían los últimos minutos del partido ante el Lleida cuando en un balón largo al área al que pretendía llegar un delantero del equipo catalan, ambos jugadores fueron al suelo y el contrario le pisaba en el pie derecho con tan mala fortuna que se doblaba el dedo pulgar. "Sentí mucho dolor y pensé que me lo había roto. Por fortuna se comprobó posteriormente que no había nada roto, tan sólo un fuerte hematoma y el dolor, por lo que hoy -por ayer- no he entrenado pero confío que la cosa vaya a mejor".
Los benidormenses ayer volvieron a ejercitarse en los campos de césped artificial del Rincón de Loix, pero Bardal, al igual que el día anterior, descansó. "Vamos a esperar la evolución en las próximas horas y el poder jugar dependerá de cómo me encuentre tras los dos últimos entrenamientos de la semana".
Bardal además fue protagonista de una curiosa jugada en la primera parte cuando el colegiado le amonestó tras cambiarse las botas. "Pedí permiso al auxiliar para salir del campo y cambiarme una bota porque se me había salido un taco, me dijo que sí, y al volver al campo, una vez pedida autorización al colegiado me amonestó, porque según el, tendría que haberle pedido permiso también para salir".
Tampoco están todavía en condiciones de jugar Pablo Suarez ni Ismael, además del sancionado Alfredo.